Seguro que has escuchado hablar de la asertividad alguna que otra vez. Pero, ¿qué significa exactamente? ¿cómo nos puede ayudar en nuestro día a día ser más asertivo? Veamos que es la asertividad y 10 consejos para ser más asertivo para mejorar nuestras habilidades sociales.
¿Qué es la asertividad?
Pues la asertividad es una de las habilidades sociales más valiosas que podemos tener y trabajar. Se define como la capacidad que tenemos las personas de expresar y comunicar nuestras opiniones, deseos, sentimientos o actitudes a otras personas sin ofender. Es el equilibrio perfecto entre el respeto hacia los demás y hacia uno mismo. Entre la pasividad de que vulneren tus derechos a la agresividad para que se haga todo según tu voluntad.
La asertividad es defender nuestros derechos sin herir a nadie.
Encontrar la manera de que nos escuchen sin que los demás se sientan dañados o airados. ¿Os parece complicado? No os preocupéis, lo bueno de las habilidades sociales es que pueden trabajarse para mejorar. Habrá gente que tenga de forma innata sus habilidades asertivas más desarrolladas pero es algo que tú también puedes mejorar.
La asertividad está relacionada con la autoestima y la autoconfianza. Las personas que son asertivas les es más sencillo defender sus derechos, sin perder de vista la empatía por el otro.
Somos seres sociales, y por tanto en muchos momentos tendremos que comunicar a alguien algo más que información. Algo que no te gusta, algo que ha hecho mal, algo que te molesta… Hacerlo bien o hacerlo mal pueden tener consecuencias totalmente distintas.
¿Qué diferencia hay entre sinceridad y asertividad?
Mucha gente confunde la asertividad con la sinceridad. La sinceridad es decir lo que pensamos sin ningún tipo de filtro, sin mirar el daño que causamos con nuestras palabras. Muchas personas con la sinceridad por bandera emiten opiniones y juicios (la mayoría de las veces sin ser pedidos) que ofenden y dañan al otro, y se quedan tan tranquilos porque como fueron “sinceros”…
Ser honestos no significa decir lo primero que se nos pase por la cabeza sin parar un segundo en analizar las consecuencias. Ser honesto y asertivo es decir lo que pensamos y sentimos sin agredir a nadie por el camino. En otras palabras, es mejor ser asertivo que sincero.
¿Cómo podemos mejorar nuestra asertividad?
Os dejo 10 consejos para ser más asertivo y mejorar tus habilidades comunicativas:
- Aprende a decir que no. Si no sabes decir no, te será muy difícil marcar tus límites y negarte a peticiones que te hagan. No hace falta decir que sí a todo para que los demás te quieran. Muchas veces decir que no a los demás, es decirte SÍ a ti mismo. Para saber como aprender a decir que no, te dejo un artículo donde trato en profundidad este tema. Puedes leerlo AQUÍ.
- Comienza poco a poco. Si eres de los que les cuesta marcar sus límites a los demás, prueba con cosas pequeñas para ir cogiendo confianza. Cuando vayas cogiendo práctica y seguridad, prueba con situaciones más difíciles.
- La gente no te lee la mente. A la gente con tendencia pasiva, deja pasar cosas sabiendo que son injustas o no sabe decir que no por miedo a ser rechazados, por sentir que no tienen derecho a manifestar sus sentimientos o por no saber expresar sus quejas o necesidades. Pero al no expresarte lo único que consigues es cerrarte en ti mismo. Los demás no tienen el poder de leerte la mente para saber que es lo que te pasa o que esperas de ellos por muy evidente que te pueda parecer. Con la asertividad te será mucho más fácil explicarte y que los demás te entiendan sin tener que leerte la mente.
- Deja claro lo que quieres. Si te concentras únicamente en expresar tus sentimientos te falta algo muy importante: lo que quieres. Si estás triste, molesto, desmotivado o enfadado está bien que lo expreses pero, ¿qué quieres conseguir con esa información? Expresar tus emociones únicamente no tiene ninguna utilidad, a no ser que sea esa solamente tu intención. Piensa bien que es lo que quieres, porque muchas veces tenemos emociones que no sabemos de donde vienen y porqué.
- Técnica del sándwich. Esta técnica consiste en introducir la queja, opinión, petición o necesidad entre dos frases positivas. Por ejemplo, imagina que quieres decirle a tu madre que no quieres que aparezca sin avisar por tu casa. Podríamos decir algo por el estilo “mamá, me encanta estar contigo y que vengas a vernos. Para otras veces cuando quieras venir a casa avísanos antes por si hemos hecho planes o no estamos en casa. Me lo paso genial contigo cuando vienes”. Es imposible enfadarse o tomarse a mal algo así, ¿verdad?.
- Respira antes de reaccionar. Muchas veces respondemos con emociones muy intensas y ahí no hay filtro que valga. Nos sale lo que queremos decir de la peor manera, con una rabia desmesurada y que arrasa por donde va. Para tener más control sobre nuestras palabras, respira profundamente unas cuantas veces e intenta calmarte antes de reaccionar. Si hace falta vete a otra habitación o sal del sitio si estás muy airado. Cuando estés más calmado trata de ver que es lo que quieres decir y cómo.
- Sé directo y conciso. Si intentas dar muchas explicaciones parecerá que estás buscando una excusa. Sé directo, concreto, con la información necesaria y listo. No tienes que justificar tu opinión o decisión. Puedes ensañar antes o escribirlo para que te salga más natural.
- Evita los juicios de valor. Expón los hechos sin valoraciones. Cuando nos centramos en juicios o en calificaciones personales es más fácil que hagamos daño al otro. Una cosa muy distinta es que alguien ha hecho algo equivocado, a decir que esa persona es tonta. ¡La cosa cambia bastante¡
- Utiliza la primera persona. En tu mensaje es mejor que te centres en ti que en el otro. Por ejemplo alguien te pide algo en un momento poco apropiado para ti. En lugar de decirle lo poco empático que es por pedirte algo así en esa situación, le puedes decir “lo siento, pero no es buen momento para mí ahora mismo. ¿Por qué no le preguntas a María si ella puede?”. Así además le estamos dando una alternativa a su respuesta.
- Utiliza el lenguaje corporal. Con nuestro cuerpo también hablamos, acompañamos nuestras palabras con gestos que remarcan nuestro mensaje. Para acompañar a un mensaje asertivo tu postura corporal debe transmitir seguridad, mantente erguido y con contacto visual directo. Tu cara debe de trasmitir positividad o neutralidad.
Crea nuevos hábitos
Nunca dejes de expresar tus opiniones, sentimientos o quejas si algo te incomoda. Siempre habrá alguien a quien no le guste, sobre todo si están acostumbrados a que siempre hagas lo que quiere el resto, pero te sentirás mucho mejor a la larga. Si no estás acostumbrado te costará al principio, puede que te sientas inseguro, torpe o que no tienes derecho a expresarte. Con la práctica se convertirá en un hábito y será parte de ti, se sentirás mejor y sabrás marcar tus límites sin ofender.
Estos consejos te servirán tanto en tu vida personal, laboral, y familiar. Cuéntanos, ¿te cuesta ser asertivo? ¿en qué faceta de tu vida te cuesta más serlo?
Porque recuerda… tienes derecho a expresar tus sentimientos sin herir a nadie.
Intenta contar hasta 10 y pensar en cosas que a ti te gustan hacer. Como pasatiempos que tu solo recuerdas. O momentos que a ti te parecieron divertidos y fáciles o graciosos en tu vida, etc.
Hola,a mi me cuesta mucho ser asertivo me enfado rápido y no puedo controlar mi enojo y terminó diciendo cosas que lastiman a las personas .
Muy interesante el contenido del texto acerca de cómo ser asertivo. Gracias por los consejos.