¿Eres de las personas a las que les cuesta  tanto decir no? Es una habilidad donde marcamos nuestros límites en nuestra relación con los demás. Si no tenemos esta habilidad nos meteremos en un compromiso tras otro, desatendiendo nuestras propios asuntos, necesidades y obligaciones. Afortunadamente esta habilidad, como cualquier otra, puede mejorarse y trabajarse.

Es principal establecer nuestros propios límites para no crearte ansiedad ni problemas a nivel interno, de pareja, familiar o de amigos.

¿Por qué nos cuesta tanto decir NO?

Hay personas que por determinadas características son más propensas a desarrollar esta habilidad. Pero además hay otros motivos que pueden influir:

  • Elevaba deseabilidad social. Es tal la necesidad de complacer a los demás, que anteponen los demás a sí mismos. Hacen lo que creen que se espera de ellos.
  • Baja autoestima. Puede ser tanto la causa como el resultado. Si considero que los demás son más importantes que yo no podré negarme ni poner límites.
  • Miedo al rechazo. Está relacionada con la primera. Es tal la necesidad de aceptación y de ser queridos que tienen miedo de ser rechazados si dicen que no.
  • Miedo a las consecuencias. Por ejemplo, en el ámbito laboral, miedo a ser despedido.
  • Malas experiencias. Puede que en el pasado lo hubieran intentado y hubo un resultado desastroso. El miedo a repetir esa experiencia puede generar ansiedad ante una respuesta que no sea sí.
  • No aguantar la presión. Sobre todo en gente más joven aguantar la presión social es difícil, y acaban haciendo lo que otros desean que hagan.

Consecuencias de no saber decir que no

Decir SI tiene una serie de ventajas a corto plazo, al aliviar la sensación de culpa. Pero tiene muchas más desventajas a corto y largo plazo:

Sentimiento de baja autoestima e inferioridad.

Malestar emocional: ansiedad, tristeza e irritabilidad.

Sensación de soledad: se sienten incomprendidos.

Arranques de ira: estallar por la acumulación de malestar.

Sensación de insatisfacción: sienten que nadie hace nada por ellos.

Sentimiento de culpa: al no ser capaces de expresar sus deseos.

Sensación de abuso: los demás se aprovechan y se acostumbran a que siempre sea así.

aprender a negarte

Consejos para aprender a decir no

Te dejamos una serie de consejos para que aprender a decir no sin sentirte mal por ello.

  • Las necesidades de los demás NO son más importantes que las nuestras. Deja atrás el miedo de lo que puedan pensar los demás, y no caigas en manipulaciones ni chantajes.
  • No tengas miedo por no ser aceptado. Si alguien te desprecia por decir que no, entonces es que sólo te quería por el interés. Las personas no están a nuestra disposición para cuando nosotros lo necesitemos, podemos pedir un favor y la persona es libre de decidir si ayudarnos o no dentro de sus posibilidades y deseos.
  • Al principio puede que te sientas mal. Si estás tan acostumbrado/a a decir que si de manera casi automática al principio te costará hacerlo. Puede que hasta te genere ansiedad. Eso es miedo por las posibles consecuencias de tu respuesta. Normalmente decías que sí para conseguir algo (atención, elogios, sentirte útil e importante…) y al decir en realidad lo que tú quieres ese miedo a no conseguir lo que necesitas aparece.
  • Si piensas que la otra persona se sentirá mal, imagínate a ti mismo viviendo situaciones que no quieres y van en contra de tus necesidades. Debes saber cuál es tu prioridad.
  • Decir “NO” no es de egoístas, es de personas con una autoestima sana que saben cuáles son sus prioridades y necesidades para poder atenderlas, y partiendo de éstas, decidir qué decir. Empodérate.
  • Pensar detenidamente nuestra respuesta antes de responder, y pensar si tenemos el tiempo necesario para poder hacerlo y si queremos realmente hacerlo. Piensa las consecuencias negativas que te traerá aceptar.
  • Sé más asertivo. Tienes derecho a decir que no si así lo consideras. Haz valer tu derecho a negarte. Da igual si no tienes una razón de peso. No quieres y punto.
  • Analiza en que situaciones te es más difícil decir no y las que menos. Comienza por las que te cuesten menos negarte para ir cogiendo seguridad.
  • No des muchas explicaciones. Si no te arriesgas a que la otra persona utilice tus argumentos en tu contra. Puedes utilizar la técnica del “disco rayado” que consiste en repetir una y otra vez que no puedes sin añadir más información.( “lo siento, hoy no puedo”, “ya, lo sé pero hoy me es imposible”).

Por que recuerda…decir “NO” al otro es decirnos “SI” a nosotros mismos.

¿Quieres mi EBOOK GRATUITO sobre "CÓMO PASÉ DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL AL AMOR SANO"? ¡Solo tienes que suscribirte y tendrás acceso automático!

¡Te has suscrito correctamente!