La palabra depresión se está usando con tanta alegría que parece que ha perdido su auténtico significado. Que si rompemos con nuestra pareja, nuestro equipo de fútbol pierde o no nos dan el puesto de trabajo que queríamos… entonces es que estamos deprimidos. Pues no, en estos casos estaríamos hablando de un estado temporal normal de tristeza que nada tiene que ver con la depresión. Quién lo ha padecido alguna vez sabe de lo que hablo.
¿Qué es la depresión?
La depresión es mucho más que sentirse triste, vacío o de bajón. No tiene nada que ver con ser débil de carácter ni con no tener voluntad. Es una enfermedad grave que no se puede comparar con ninguna otra. Cada persona siente la depresión de manera distinta, pero en líneas generales es como si te rodeara una nube de oscuridad que no te deja escapar. Como si tu mente trabajara con la batería baja. Es un monstruo que te acompaña a todas partes y te deja sin energías ni voluntad ni ganas de nada.
Puede ser desalentador para los amigos y familiares que quieren ayudar a la persona con depresión y no consiguen resultados. La comprensión es un punto clave para poder ayudar a estas personas.
¿Qué siente una persona con depresión?
Una persona con depresión no tiene ganas de hacer nada, sufre de cansancio y anhedonia (incapacidad para sentir placer), no tiene esperanzas de nada, no se siente con fuerzas y cualquier cosa le parece una odisea. Sentimiento de infravaloración hacia uno mismo, de culpa con tener una depresión e incluso pensamientos de suicidio. Suelen sentir sus sentidos abotargados, como si estuvieran anestesiados ante cualquier otra emoción. En definitiva es una sensación constante de tristeza, desesperanza y culpa.
En ocasiones también viene acompañado de síntomas físicos como palpitaciones, mareos, malestar general, sensación de falta de aire, opresión en el pecho… que retroalimenta su sensación de malestar y descontrol.
No hace falta que la hayas padecido para ayudar a una persona con depresión. En el momento en el que eres consciente de lo que significa esta enfermedad y como se siente la persona que la sufre, te será más fácil encontrar las palabras y gestos adecuados.
Cosas que NO decirle nunca a una persona con depresión
En ocasiones con nuestra mejor intención, decimos frases que creemos que pueden ayudar a la persona que está sufriendo esta enfermedad y al final lo que conseguimos es que empeore. Veamos cuales son las cosas que NUNCA hay que decir a una persona que sufra de depresión.
- Tienes que tener fuerza de voluntad. Padecer una enfermedad no es cuestión de voluntad. Es como si le dices a alguien que tiene cáncer que tiene que tener fuerza de voluntad para que se vaya la enfermedad. ¿Verdad que no lo harías? Pues la depresión no se tiene por gusto, y no se va a dejar de tener por mucha fuerza de voluntad que le pongas.
- Mostrarle todo lo bueno que tiene en su vida. Que le recuerdes su maravillosa familia, la suerte que tiene de tener trabajo, los amigos que tiene… no solo no le hará sentirse mejor si no que encima se sentirá culpable. Es como si le dijeras que no tiene derecho a sentirse así, ya que desde fuera no tiene motivos.
- Decirle lo que tiene que hacer. Una persona deprimida no se siente con fuerzas para hacer nada, no es que no quiera hacerlo.
- Lanzar reproches o indirectas. En un arranque de frustración podemos llegar a decir un reproche con la esperanza de que la otra persona deje ese estado. Es lo peor que se puede hacer. Haciendo esto solo conseguiremos empeorar la situación, que la persona que sienta más culpable todavía y que se hundan más en su pozo. Se sienten incomprendidas y que nadie puede entender lo que les pasa.
- No menosprecies sus sentimientos. Puede que para ti sean una tontería sus motivos pero para otra persona pueden ser un mundo. No subestimes la depresión.
- No pretendas ser su psicólogo. Si no tienes los conocimientos adecuados puedes complicar más las cosas en lugar de ayudar. Cada uno tiene el lugar que le corresponde, y la familia y amigos deben apoyar a sus allegados con depresión, no tratarles.
- No ocultar el problema. Hacer como si no pasara nada, esperando que se solucione solo tampoco ayuda en nada. Los problemas hay que afrontarlos de frente, no se puede solucionar algo que se intenta ocultar. Además da la impresión a la persona que la sufre de que es algo avergonzante que hay que esconder.
- No pedir explicaciones. Seguramente no sepa ni él mismo que le pasa, como para dar explicaciones. Lo único que provoca es que la persona se aisle más al no sentirse comprendida.
- No presionar. La depresión no es cuestión de elección, por mucho que presiones a alguien para que deje de estar deprimido no saldrá de ahí.
- No hablar en términos de cronicidad. Decirle que siempre está igual o con lo mismo, hace que la otra persona vea la depresión como un estado permanente de la que no se puede salir.
- Evita hacer razonamientos. No se puede razonar una enfermedad emocional.
Cosas que SÍ debes decirle a alguien que tiene depresión
- Conoce la enfermedad. Muchas veces por desconocimiento pensamos que la depresión es algo leve que se pasa solo con el tiempo. Al ver que esto no sucede es cuando nos frustramos y cansamos. Entendiendo el problema, nos será más fácil ser comprensivos.
- Hazle sentir tu apoyo. No solo le digas que estás ahí para lo que necesite, haz que sean algo más que palabras. Transmíteselo también en gestos, en conductas. Que sienta tu amor incondicional. Que vea que no está solo y que te tiene a ti para ayudarle a pasar por este proceso.
- Ser un buen oyente es mucho mejor que mil consejos. Una persona con depresión solo quiere que la escuchen sin juzgar, no que le digan lo que tiene que hacer. Eso hará que se sienta comprendido y se sienta más cómodo hablando de sus sentimientos.
- Haz que se sienta valorada. Las personas con depresión se sienten infravalorados, necesitan sentir que alguien los valora aunque ni ellos mismos se lo crean. Muéstrale que estás ahí, que no está solo. Que su enfermedad no es una carga para ti, y que tampoco es culpa suya.
- Refuerza sus logros. No le prestes tanta atención hacia sus gestos depresivos, ni le preguntes cada 5 minutos si está bien o reforzarás esta conducta con tu atención. En cambio lo que hay que reforzar las conductas de mejoría: una sonrisa, un comentario positivo…
- Animarle a que pida ayuda profesional. Una depresión es una enfermedad grave que no se irá teniendo una charla con alguien. Hay que tener mucho tacto, ya que mucha gente todavía es reacia a ir a un psicólogo o psiquiatra. Puede ser tarea difícil ya que la depresión borra cualquier esperanza y motivación de mejorar, pero hay que mostrarles que igual que se va al traumatólogo si nos duele un hueso, cuando tenemos un desequilibrio emocional también tenemos que ir al médico.
El apoyo cercano es una valiosa herramienta de superación
Tener una buena fuente de apoyo de los seres queridos es una herramienta muy importante para quienes sufren de depresión. Hay que tener paciencia para ayudar a una persona con depresión por que es un camino largo, no es un sprint es un maratón. Solo debemos estar ahí, apoyarles, hacerles sentir queridos, escucharles…
No es fácil estar al otro lado. También hay que lidiar con los propios sentimientos que sentimos al tratar con alguien con depresión como impotencia, frustración, ira, rabia… es normal sentirse así. Si estás leyendo esto ya has dado un paso muy importante para saber relacionarte con esa persona para ayudaros a ambos. Tú también debes cuidar tu salud mental, no lo olvides.
Porque recuerda… la decisión de tratar la depresión tiene que venir de la persona que la sufre. Los allegados solo podemos empeorar o mejorar su situación. Por eso es necesario el conocimiento y las claves para saber como ayudarles.