Estos no son como los de las películas. Los vampiros emocionales parecen personas normales: son cordiales, amables, encantadores, incluso atraen muchísimo más que una persona normal,  pero en realidad no son nada de lo que aparentan.

Seguro que lo has sentido. Cuando después de estar un rato con alguien acabas agotado, sin energía, hasta de mal humor. Son los síntomas de su mordisco emocional. Todas nuestras relaciones sociales son un intercambio de energía, pero los vampiros emocionales roban nuestra energía sin dar nada a cambio.

Son personas cuya necesidades internas están por encima de la de los demás. Estos vampiros en vez de sangre te chuparán tu energía y emociones positivas. Está relacionado con diversos problemas de autoestima, y desgastan sus relaciones interpersonales con sus acciones.

Tipos de vampiros emocionales

Hay varios tipos según sus características:

  • Los vampiros narcisistas: Su necesidad de ser reconocido no tiene fin. Tiene una percepción de si mismo idealizada, y siempre sus necesidades estarán delante y por encima de todo. Pueden resultar encantadores hasta que les llevas la contraria o haces algo que no les guste. Te castigarán con su indiferencia para controlarte.
  • Los vampiros dramáticos: Cualquier evento puede convertirse en un drama para ellos. Para ellos la vida es una serie de catástrofes, peligros y desgracias constantes. Si tienes a alguien cerca con este patrón, tienes que marcar límites.
  • Los vampiros pasivo-agresivos: hay que andar con pies de plomo con ellos. Dueños del sarcasmo, cuando estén airados lo mostrarán con sus gestos y desaires pero no con sus palabras. Sabe donde duele y atacan sin dudarlo.
  • Los vampiros victimistas: siempre tienen algún problema, nunca acaban. Si en tu buena voluntad intentas ayudarles acabarás agotado y sin recursos. No quieren que se les ayude, están tan a gusto en tu papel de víctimas que no tienen que responsabilizarse de nada. Puedes leer nuestro artículo «adiós victimismo» para tener más claves.

¿Cómo reconocerlos?

Vampiros emocionales o ladrones de energía los hay en todas partes, en el trabajo, en tu familia, amigos, el vecino de enfrente… con muchos de ellos nos veremos obligados a convivir. Son personas que están cargadas de una negatividad que se alimenta de tu energía y buen humor. Son inmaduros, con una visión de la realidad distorsionada. Siempre tienen razón y los demás no.

Son como niños pequeños donde sus necesidades deben ser satisfechas, o de lo contrario montarán una rabieta. Para ellos, sus actos son puros y siempre tienen sus razones para llevarlos a cabo, sobre todo si sus actos son malos. Lo que buscan es aprovecharse de los demás siempre que pueden para recibir algo a cambio. Sólo ven su propio beneficio.

Lo malo de reconocerlos es que muchas veces es demasiado tarde y ya estamos en sus redes. Para reconocer a tiempo a un vampiro emocional lo mejor es saber su pasado, ya que tenemos la tendencia a repetirlo y así podremos adelantar posibles acontecimientos. Porque si te atrapa se instalará en tu vida como un parásito y te absorberá la energía, porque ese es su alimento. Y si nos muerden… tenemos muchas papeletas de convertirnos en uno también.

cómo detectar vampiros emocionales

¿Cómo enfrentarse a un vampiro emocional?

Lo principal que debéis hacer a continuación es reconocerlo ante vosotros mismos y tomar el control. Marcar límites claros y alejarte si se sobrepasan.

Como su alimento es vuestra energía emocional, no querrán perderos pero no confundáis esta necesidad con emociones o sentimientos porque no lo son. Usaran el miedo y la confusión para seguir con su control, intentando manipularos. Ante esta amenaza ten seguridad ante tus miedos, guarda tus secretos y nunca te alejes de los verdaderos amigos y tus valores personales.

Eso sí, no todos los vampiros emocionales saben que lo son. A pesar de que sus comportamientos son desadaptativos y les crean problemas interpersonales no son conscientes de ello. Es un mecanismo de defensa que han apropiado en algún momento de su vida para protegerse, una actitud que en algún momento le reportó algún beneficio. Puede que tú mismo lo seas o lo hayas sido y no lo sepas.

Cómo tratar a un vampiro emocional

Te damos unos consejos para tratar con un vampiro emocional:

  • Si tienes la posibilidad de alejarte hazlo, y si te es imposible limita el mayor tiempo posible el contacto marcando distancias emocionales.
  • Ignora sus rabietas y sarcasmos.
  • No le sigas el juego.
  • Recuerda que el problema lo tiene él/ella, no tú.
  • Borra de tu mente la idea de poder cambiarlo. Ya para los psicólogos les cuesta incorporar cambios en estas personas, imagínate lo difícil (por no decir imposible) que es conseguirlo sin la intención de la otra persona.

Se puede cambiar, pero debe ser una intención propia, mucho trabajo y ponerse en manos de profesionales. Por mucho que nosotros queramos y pongamos de nuestra parte no significa que la otra persona vaya a cambiar. Lo único que conseguiremos será desgastarnos anímica y mentalmente.

Por que recuerda…tú puedes elegir tus acciones pero no las de los demás.

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