Salir de la influencia de los pensamientos negativos no es tarea fácil. Son como un agujero negro que se va haciendo cada vez más grande y cuando nos queremos dar cuento ya estamos absorbidos por él. Pero, ¿se pueden modificar los pensamientos negativos? ¡Claro que es posible! No es algo sencillo pero puede conseguirse. Os dejo unas técnicas que espero que os sirvan de ayuda para mantener a los pensamientos negativos a raya.
El poder del pensamiento
Como ya os contaba en el artículo “¿Qué son los pensamientos negativos y cómo reconocerlos?” hay varios tipos de pensamientos negativo. Si no lo habéis leído todavía, os recomiendo que lo leáis antes de seguir con este artículo. Así os quedará mucho mejor explicado todo, entenderéis muchas cosas y os será más fácil reconocerlos para modificarlos. Tenéis el enlace AQUÍ.
En ese artículo os explicaba que es IMPOSIBLE eliminar o intentar controlar los pensamientos negativos. Es más, si lo intentamos seguramente lo que consigamos será el efecto contrario: darle mucho más poder sobre nosotros. Pero lo que sí está en nuestra mano es detectarlos y modificarlos por otros pensamientos positivos que sean beneficiosos para nosotros. Es decir, la clave está en lo que hacemos con los pensamientos negativos.
Todo pensamiento negativo comienza muy sinuosamente. De forma inconsciente, un pensamiento negativo se siembra en nuestra mente, y va creciendo y saltando de un pensamiento negativo a otro. Y cuando nos damos cuenta y ya estamos sumidos en la más absoluta sombra. Rumiamos constantemente esos pensamientos que se retroalimentan y dañan nuestra salud física y mental. Quien los sufra sabrá de lo que hablo.
Los pensamientos negativos son como una vara de medir rígida, inflexible y retorcida que nos crea problemas, nos limita y nos hace daño.
Nuestros pensamientos nos controlan. Si aprendemos a modificar nuestros pensamientos, modificaremos también nuestra conducta y nuestras emociones. Dejaremos de ser los títeres de nuestros pensamientos.
Son nuestros pensamientos los que dan valor a las situaciones que vivimos, de ahí su poder sobre nosotros. Los pensamientos negativos nos hacen ver las cosas como si fueran en contra de nosotros mismos, de nuestra valía o integridad. Nos sentimos atacamos, fracasados, solitarios, ofendidos, defraudados, ansiosos y vulnerables. Pero esa sensación no viene de la experiencia en sí misma, sino en como la interpretamos.
Cómo modificar los pensamientos negativos
Todos tenemos pensamientos negativos. Es la forma en la que la mente se protege de los posibles eventos negativos que puedan suceder. Pero el problema viene cuando esos pensamientos están la mayor parte del tiempo. Es como el estrés, un poco de estrés es bueno pero en exceso puede traer enfermedades tanto físicas como mentales. Pues con los pensamientos negativos ocurre lo mismo. Un exceso de ellos nos puede traer ansiedad, depresión, insomnio,…
Modificar nuestros pensamientos no es nada fácil que se pueda conseguir de un día para otro. No deja de ser un hábito que tenemos instaurado en nuestra mente, y como todo hábito cuesta, sobre todo al principio, cambiarlo. Requiere constancia, esfuerzo y tenacidad. Debemos tener clara cuál es nuestra motivación para cambiar nuestro patrón de pensamientos que nos hacen daño. Cuáles son los beneficios que queremos obtener y si queremos seguir siendo esclavos de nuestros pensamientos.
No es fácil porque como ya vimos varias veces, nuestros pensamientos son automáticos e inconscientes. Están relacionados con creencias que están muy arraigadas, y muchas veces ni nos damos cuenta de su existencia.
Nos identificamos con ellos, y debemos tener claro que no somos nuestros pensamientos.
Veamos unas técnicas que se utilizan para la modificación de pensamientos negativos que os pueden ser útiles.
No todo lo que piensas es real
Tendemos a pensar que lo que pensamos es la única verdad absoluta y que nuestra mente nunca se equivoca. Pues siento decirte que tu mente también se equivoca, y que lo que pensamos no tiene por qué ser cierto. Nuestra mente a partir de nuestros pensamientos va creando una realidad que no tiene porque corresponder con lo que está pasando en verdad.
Si crees que eres un fracasado, tu mente se ocupará de buscar aquellas situaciones que lo corroboren y pasará por alto aquellas que le contrarían. Buscará la manera de convencerte de que tiene razón. Si, juega con ventaja, pero si sabemos su juego podemos afrontarla.
Una vez que asumimos esto nos es más fácil modificar nuestros pensamientos. Si los negativos nos hacen sentir mal, y nos hacen ver una visión distorsionada y tóxica de la realidad, unos pensamientos positivos nos harán sentirnos bien y a gusto, viendo las situaciones como oportunidades y no como zancadillas.
Observa tu pensamiento
Es indispensable para poder gestionar nuestros pensamientos. Cuando te sientas mal, para y observa. Observa porqué te sientes así, y cuál fue el primer pensamiento que desató esa emoción. Obsérvalos sin juzgar, como si fueras un mero espectador. Deja que pasen, no los alimentes, obsérvalos como vienen y como se van.
Al no alimentarlos perderán poder y se irán por donde han venido. Al principio esta técnica te costará trabajo, por que de forma natural nos dejamos llevar por ellos, y los creemos a pies juntillas.
Identifícalos
Una vez observados podemos identificarlos con mayor facilidad. Ir tirando del hilo para ver cual fue el pensamiento inicial que sembró el caos. Podemos usar una libreta para anotarlos, deben ser lo más concretos y específicos posibles. Tiene que representar cómo te sientes.
Así cada vez que aparezca ese pensamiento, sabremos que se está iniciando el programa. Puede que lo sientas más que como un pensamiento como una sensación. Puedes anotarlo también en tu diario para notar los cambios que se producen en tu cuerpo.
Genera un pensamiento opuesto
Ya vimos que la técnica de no querer pensar en algo no funciona en absoluto. Pero lo que si funciona es desviar nuestra atención hacia otro pensamiento reformulado que sea más positivo y realista. Por ejemplo, si te viene el pensamiento negativo “Soy un fracasado, todo me sale mal” podemos redireccionarlo a “no tuve éxito en ___ empresa, pero voy a hacer mi currículum”. El primer pensamiento nos lleva a la inacción, como soy un fracaso para que intentar nada, no merece la pena, voy a fracasar en todo lo que haga. Y el segundo pensamiento nos lleva a la acción en la búsqueda de un nuevo empleo. Estaría entre nuestro pensamiento negativo y su opuesto. Un punto intermedio que nos permita ver las cosas buenas que tenemos, que hemos logrado y todo lo valioso que somos.
Otro ejemplo: “nadie me quiere, no me merezco el amor de nadie” a este otro “tuve malas experiencias en el amor, pero hay fuera hay alguien para mí”. O esta “todo me sale mal, no tengo más que problemas” a esta “estoy teniendo muchos problemas, pero estoy en proceso de encontrar solución para ellos”. Tiene que ser una frase que te creas y que puedas interiorizar, tiene que ser una frase que te produzca buenas sensaciones. Se trata de ir contracorriente a donde nos llevan los pensamientos negativos.
Generar un pensamiento opuesto es una semilla para cambiar un hábito, el germen de la duda ante nuestra vocecilla interna tan cruel.
La duda ya está sembrada
Ya tu mente en este punto no acepta todo lo que escucha como si fuera real. Hemos plantado la semilla de la duda y ya no estamos tan seguros de que sea cierto lo que nos decimos. Las afirmaciones negativas se vuelen en forma de preguntas “¿en verdad no me quiere nadie? Por que tengo unos fantásticos amigos y una familia que me quieren”, “¿en realidad soy un fracasado? He conseguido muchas cosas por mi mismo”.
Estas dudas nos permiten generar más pensamientos favorables al nuevo pensamiento y poner en tela de juicio los anteriormente dominantes. Dejando de lado el catastrofismo, los absolutismos, las lecturas de mente a lo Anthony Blacke (lo entenderéis si habéis visto el primer artículo), los blancos y negros, y los absolutismos.
Los nuevos pensamientos te harán sentir de otra forma, mucho mejor. Notarás el cambio en tu cuerpo cuando los pensamientos negativos te dominan y cuando estás trabajando con los positivos. Esta técnica se llama Reestructuración Cognitiva, y como todo hábito cuesta trabajo cambiarlo pero es posible. Explico como trabajo yo esta técnica en terapia en mi CURSO ONLINE DE AUTOESTIMA donde también encontraréis 2 test, 5 vídeos inéditos y los mejores ejercicios para mejorar la autoestima.
¡Cuéntame tu experiencia! ¿has conseguido o estás en proceso de modificar tu pensamiento negativo? ¿Lo has conseguido?
Porque recuerda… en tu mano está mejorar tu higiene mental.
Hola Marta.
Cuando leí la primera entrada del blog sobre los pensamientos negativos me sentí totalmente identificada. En mi caso creo que los utilizo como una forma de prepararme para lo peor, la dosis de realidad como yo lo llamo…para que la caída (en caso de que la haya) sea menos dolorosa. Pero me he dado cuenta de que muchas veces, como dices en el artículo, mi mente se equivoca y aunque en el momento pienso que mi lógica es aplastante, luego resulta que no lo era tanto. Esto me genera cierto estrés e incluso me ha llevado en ocasiones a tener discusiones fuertes con mi pareja…por eso ya sabía que tenía que cambiar la dinámica y justo leí tu artículo. Me apunto las técnicas e intentaré tenerlas presentes la próxima vez! Me ha parecido muy interesante de verdad! Gracias!!
¡Hola¡ Pues sí, es una estrategia que usa la mente para protegerse. Por un lado está bien, pero cuando se nos escapa de las manos nos causa muchos problemas como bien dices. Ya tienes bastante camino recorrido al haber reconocido la existencia de tus pensamientos negativos y querer cambiar ese hábito, ¡enhorabuena! Ahora queda trabajo por hacer, son difíciles de cambiar pero puedes con ellos. ¡Tú eres más fuerte! Y recuerda, no dejes que tu mente te juegue malas pasadas. Un abrazo¡ 🙂