Dentro del estudio del lenguaje corporal, el tema más atractivo para todos es cómo detectar si te están mintiendo. Después de series como «Lie to me» todos queremos ser expertos en rastrear microexpresiones y saber si alguien nos dice la verdad o nos está mintiendo. Si podemos confiar en esa persona o no.
Existen una serie de indicadores que pueden ayudarnos a detectar mentiras. Pero, ¿es tan sencillo saber si te están mintiendo? ¡Comencemos!
¿Por qué mentimos?
Mentimos desde que somos niños para evitar la consecuencia de nuestra conducta. Esto lo seguimos haciendo de mayores cuando el beneficio de mentir supera los riesgos de no hacerlo. Todos mentimos, algunas veces puede ser una mentira piadosa y en ocasiones la mentira es más grande. El caso es que nadie se escapa.
Se calcula que al día leemos o escuchamos alrededor de 200 mentiras. La gente miente para quedar bien, para ocultar errores, para conseguir lo que quiere, para no hacer daño, por miedo al rechazo, por no saber decir que no o para dar una imagen diferente de sí mismos.
Los extrovertidos mienten mucho más que los introvertidos, mentimos más a extraños que a conocidos, los hombres mienten más sobre ellos mismos y las mujeres para proteger a otros. La mentira forma parte de nuestra vida cotidiana. Odiamos la mentira pero también la usamos cuando nos viene bien. El ser humano y su complejidad.
¿Es fácil detectar mentiras?
La respuesta rotunda es NO. No es nada sencillo. Cuando mentimos no nos crece la nariz como a Pinocho. No existe un guión que cumplan todas las personas que mientan ya que cada uno de nosotros tenemos nuestras peculiaridades. Una persona tímida evitará mirar a los ojos aun diciendo la verdad, y un mentiroso puede mirarte fijamente para ver si su mentira ha colado.
A través del lenguaje corporal y verbal solo podemos detectar mentiras en un 60% de los casos. ¡No te desanimes! Analizando bien los detalles, te será más fácil detectar si te están mintiendo o no. Para conseguirlo lo mejor será conocer a la persona para saber cómo se comporta habitualmente, en los cambios reside la respuesta.
Cómo se pueden detectar las mentiras
Lenguaje no verbal
- Rigidez corporal. Cuando se miente no se está cómodo, se está analizando todo lo que decimos para no entrar en contradicciones por lo que el cuerpo se suele mantener rígido y cerrados, bajo control. Lo opuesto a relajado. Se centran en el rostro y cuello, y son menos espontáneos.
- Tocarse nariz o boca. Algunas personas pueden tocarse los ojos inconscientemente, como si intentaran no mirar algo o apartar algo de su vista incómodo, o la boca como intentado cubrir la mentira.
- Mirar a los ojos. Como decíamos más arriba, el mito es que los mentirosos huyen de la mirada para no ser detectados, pero en la realidad miran mucho más a los ojos para ver si su mentira ha sido descubierta o no.
- Gestos contradictorios. Como decir afirmaciones verbalmente mientras se niega con la cabeza, o viceversa.
- Tono de voz. Los mentirosos suelen bajar su tono de voz casi en un 50% y se habla más despacio. Estate atento a las bajadas y subidas de voz, y a lo que estaba contando durante las bajadas de tono.
Lenguaje emocional y fisiología
- Tragar saliva. Un clásico. El mítico gesto aterrador de aflojar el cuello de la camisa para poder tragar. Cuando mentimos nuestra garganta se seca debido al nerviosismo. Es más fácil de detectar en hombres.
- Sudor. El nerviosismo se detecta por el sudor, una frente perlada es una clave para detectar mentiras.
- Ansiedad. Que se puede ver en movimientos compulsivos.
- Falsas emociones. Cuando se miente se intenta demostrar una emoción que debería salir en ese momento pero al no ser real resulta falsa, como una sonrisa por ejemplo. En una sonrisa falsa los ojos no acompañan al gesto, no se ven arrugas a los lados como si lo haría una sonrisa real. O puede que la emoción no acompañe a las palabras, pueden ser no simultáneas como sería lo esperado.
- Respiración. Al mentir respiramos de una forma más rápida y acelerada debido al estrés.
Contenido del mensaje
- Justificación innecesaria. Cuando uno intenta hacer más real su mentira comienza a enmarañar la conversación dando detalles para justificarse aunque no se lo hayan pedido.
- Inconsistencias. Al mentir tenemos que crear una historia verosímil con detalles que nos puedan preguntar. Al entrar en justificaciones se puede entrar en contradicciones.
- Repetir la palabra o frase. Los mentirosos necesitan tiempo para poner sus cabecitas a funcionar. Para conseguirlo pueden repetir la frase entera o partes de la frase para ganar tiempo. Se realiza de manera instintiva. Si dijeras la verdad, contestarías la pregunta de forma espontánea y natural.
- Evitan respuestas de sí o no. Cuando se les hace preguntas que deberían contestarse con un monosílabo (sí o no) responden dando una larga explicación sin responder a la pregunta.
Reacciones e interacciones
- Poner algo entre ambos. En interrogatorios policiales se ha demostrado que cuando alguien miente intenta poner algún objeto entre el interlocutor y si mismo.
- Está a la defensiva. Alguien que dice la verdad, aportará la información necesaria y no se ofenderá. En cambio cuando a un mentiroso se le pone en duda, se pondrá a la defensiva, y cuando termine el interrogatorio se sentirá aliviado (cambios en la respiración y en la rigidez del cuerpo).
- Pie apuntado salida. Cuando alguien se siente incómodo la respuesta inconsciente es apuntar con el pie hacia la salida, para salir huyendo si así lo necesitara.
Todos estos puntos son indicadores pero no son una prueba irrefutable de que nos están mintiendo. Que descubras uno de estos indicadores no significa que te estén intentando mentir. Hay que ver el conjunto y ser muy observador. Dejar las emociones a un lado para ver con claridad que nos está transmitiendo.
Por que recuerda… Sigue tu instinto, ¡es el mejor detector de mentiras¡