Por desagracia muchas de nuestras creencias, aun sabiendo hacia donde queremos ir, nos boicotean, nos descarrilan y nos hacen saltar por los aires. Son como semillitas en nuestra cabeza que nos hacen perder el control y acabamos a la deriva. Así que tan importante es saber hacia donde queremos ir, como saber detectar viejas creencias que te limitan tu crecimiento personal y te impiden lograr tus metas.
Todos crecemos y cambiamos sin darnos cuenta. Ya no somos los mismos de hace 10, 5 o 1 año. Pero la mayoría de esos cambios suelen ser inconscientes, sin estar dirigidos por nosotros, por lo que a veces no se tienen los resultados que nos gustaría. Para poder ampliar nuestro crecimiento personal tenemos que dirigirlo con nuestras acciones, pensamientos y actitudes hacia donde queremos llegar, que tipo de personas queremos ser y lo que queremos conseguir.
Pensar en lo que te falta
Allá donde fijemos nuestra atención será donde se concentrarán todas nuestras energías. Si te centras en todo lo que te falta, en el camino que te queda por recorrer, en lo que necesitarías para lograr lo que quieres… te estarás limitando. En lugar de hacer esto mira hacia atrás y mira todo el camino que has recorrido y todo lo que has conseguido. Agradece tus logros, tus méritos, tu familia, tus amigos, tu casa… todo aquello que tienes en tu vida. Todo lo que has conseguido que seguro que no es poco. Tienes mucho por lo que agradecer, estoy convencida.
En el contrapunto estaría lo que nos falta. A todos nos falta algo, si no que aburrimiento si lo tuviéramos todo, ¿no crees?. No tendríamos nada por lo que luchar y viviríamos con miedo de perderlo todo. Pocos son los que de verdad agradecen hasta donde han llegado aunque todavía el objetivo esté lejos. Hay que fijarse en la meta, pero también en todo el camino que hemos recorrido aunque hayamos tenido tropiezos y retrocesos. ¡De eso se trata! Es más importante el camino que la meta final.
Creer que no puedes
Si piensas eso tendrás razón. Nuestro cerebro no juzga si lo que nos decimos es verdad o no, si tenemos razón o no. No lo digas ni en broma porque tu mente no tiene sentido del humor. Tu inconsciente lo asimilará como cierto y ciertamente no podrás. En psicología se le llama profecías autocumplidas a cómo a partir de las creencias y expectativas que tenemos, acabamos moldeando la realidad para que acaben ocurriendo. ¡Tú decides en que quieres creer!
Creer que no vales
Es una creencia muy extendida, nos hace sentir que no somos dignos de merecer lo que queremos, que no tenemos nada especial para lograrlo. Esto es igual a rendirse. ¿Para que intentarlo, para que trabajar duro si no lo conseguiré? ¿si no soy lo suficientemente bueno? Con este tipo de pensamientos lo único que conseguirás, además de limitarte, es aniquilar todas tus posibilidades.
Llegarás tan lejos como tus pensamientos te lo permitan.
Nuestras creencias modelan nuestros pensamientos, así que si crees que no vales ya está todo el pescado vendido. Es un modo que tiene la mente de protegerse de los fracasos, pero así también te estás impidiendo ganar y aprender. Es como empezar un juego y querer llegar a la casilla de META impoluto, sin cicatrices y bien peinado. Hay que jugar, mojarse, aprender, intentar, despeinarse, sufrir, amar, sobreponerse y luchar. De eso se trata la vida al fin y al cabo.
Creer que no sabes
Nadie nació aprendido. Seguramente para llegar a tu meta deberás estudiar, aprender, fallar, correguirte y probar de nuevo. Seguramente no llegues a la primera, ni a la segunda. Esto no es un sprint, es una carrera de fondo. Y puede que todavía te falte mucho para llegar hasta donde quieres. Por eso en lugar de regodearte en todo lo que no sabes, ¿Por qué no te pones a aprender lo que necesitas? Te pondrá más cerca de tu meta aunque solo sea un poquito.
Si crees que no sabes solo te llevará a la inacción, y la inacción a ninguna parte.
Creer que no te lo mereces
Que triste es pensar de uno mismo que no se merece algo. ¿En qué momento has llegado a esa conclusión? ¿En qué momento te has convencido de que no eres merecedor de cosas buenas? Como ya vimos arriba, llegarás tan lejos como te lo permitas. Así que permítete crecer, y permítete tener y conseguir cosas buenas en tu vida.
Creer que logrando lo que queremos seremos felices
Si crees que consiguiendo tu meta serás feliz ya estás perdido. No serás más feliz ni con ese trabajo, ni con pareja, ni casándote, ni con hijos, ni con tu negocio próspero… serás complementos a tu felicidad, algo que sumará. Pero no puedes poner tu felicidad ni en una persona ni en una cosa. La felicidad la debes llevar contigo mismo, es una actitud ante la vida. Una actitud de optimismo, superación y humildad. Algo que no dependerá de nada externo, sino solo de ti.
Creer que la vida es injusta
La vida A VECES es injusta, pero otras veces no lo es. Con la creencia absoluta de que la vida es injusta cedemos el poder y decisión a un juez duro, insensible y cruel que nos llevará al más bajo de los infiernos hagamos lo que hagamos. Así es imposible crecer personalmente, si ya tenemos nuestro propio juez (nosotros) y otro externo (la vida) que nos lo impiden. La vida no siempre será justa, pero tienes opciones a quejarte y quedarte donde estás, o luchar por conseguir aquello que quieres.
Tu actitud ante la vida es una parte muy importante de tu éxito en tu crecimiento personal.
Creer que no podemos cambiar nada
Hay situaciones que podremos cambiar y otras que no. Si llueve por mucha buena actitud que tengamos no conseguiremos que pare. Pero hay muchas otras circunstancias que si podemos cambiar y en las que no, podremos decidir con qué actitud enfrentarlas. No te pierdas mi artículo «El Principio 90/10: la actitud lo es todo» donde hablo de cómo la actitud puede cambiar la forma de ver tu vida.
Creer que todo lo malo que nos pasa es culpa de los demás
Es una búsqueda por justificar nuestro dolor, el rol de víctima te lleva a buscar culpables fuera. Que si la sociedad, que si mi jefe, que si mi expareja, que si mis padres, que si… Pero, ¿y si miraras hacia dentro, hacia ti? No para buscar culpables sino para asumir responsabilidades. Echarle las culpas al universo por tu mala suerte no cambiará nada y lo sabes. A todos nos pasan cosas malas, lo que nos diferencia es como las afrontamos.
Compararte con los demás
Compararte con la vida que tienen los demás como punto de referencia de tu vida no es buena idea. Cada persona tiene sus circunstancias y situaciones, diferentes a las tuyas. No hay una forma correcta y adecuada de hacer las cosas o de cuando hacerlas. Habrá gente que consiga su objetivo a los 20 y otros a los 40. No hay nada de malo en ninguno de ellos. Es más, el de 40 habrá aprendido muchísimo más que el de 20 tardará mucho más en aprender o puede que nunca aprenda.
Conclusión
Sea cual sea tu sueño, tu meta u objetivo, lo primero que necesitas es trabajar primero en ti. Identifica con cual de estas creencias te identificas para poder trabajar en ella y cambiar patrones de pensamientos, y así poder lograr cambiar aquello que te impide conseguir lo que quieres. No te pierdas mi artículo «C´ómo cambiar creencias limitantes» para lograr tu crecimiento personal.
Cuéntame, ¿Con qué creencia/s te sientes identificado? ¿Cuál te está costando más? Déjame tus comentarios abajo.
Porque recuerda… la actitud no es un don ni un talento, es algo que ejercitamos todos los días sin darnos cuenta.
Me identifico con la idea de que no puedo hacerme cargo de administrar un negocio, por que pienso que no se hacer contabilidad, siempre me ha costado mucho hacer cuentas tengo la creencia que yo no sirvo para eso, desde niña batallé en la escuela, pero he querido cambiar ese pensamiento desde hace tiempo, y me he propuesto enfrentar mi miedo al fracaso, que me recomiendas a trabajar para lograrlo?!!… 🙂
Hola Libia¡ lo ideal es trabajar en terapia esos miedos y creencia que te están limitando en tu vida para lograr lo que deseas. Cambiando la raíz podrás acercarte a tu ideal en lugar de luchar contra ti misma. un saludo¡